Hasta pron(t)o

Cuando uno se despide no usa otro término que no sea 'chau' o 'hasta luego' o, porque no un gil diría 'adiós'. Pero cuando se trata del último partido del año luego de una campaña increíblemente mala, decimos 'hasta prono'. Si uno busca aquel término en Google, seguramente no encuentre una garcha pero si le pregunta a la Real Academia Española, tampoco.

Luego de hacer esta introducción sin sentido, nos compete remitirnos a lo que fueron los dos últimos partidos de Es lo que Hay en el año 2010. Los resultados de los encuentros del sábado fueron anécdoticos, ya que fuese el resultado que fuese debíamos jugar la clasificiación. Es por eso que, con buen ánimo, salimos a jugar el primer match. Pero el segundo cotejo, los players del milrayita fueron a jugar con una paja que los invadía de arriba a abajo sin saltearse ni el más remoto moco escondido en la esquina de la fosa nasal derecha.

Se cierra un ciclo. No es el de Butler, sino el de Es lo que Hay. Aún no se sabe si seguirá con el mismo nombre pero lo que ocurrió con Es lo que Hay, no ocurrirá en otro equipo de fútbol 11 de Cuba Núñez. El lector estará pensando "claro, qué otro equipo va a perder tantos partidos". Sin embargo, eso no es lo que estaba pensando pelotudo/a/s/e. Podrá o no haber quejas porque un jugador esperó todo el partido para entrar y nunca entró; podrá o no haber puteadas vs Miguel porque no corre una mierda; podrá o (esperemos que) no haber gays en el vestuario pero no cabe ninguna duda que durante todo el año ningún jugador no se fue de la cancha hasta dejar su última gotita de chivo con olor a vinagre vencido hace 2 años. A pesar de ganar pocos partidos en el año, y sin caer en la mediocridad de quedar satisfechos cuando se pierde, lo que se valora es los huevos que puso Eslo con todo en su contra. El próximo año ya será otra cosa con Butler en el medio, Dubosc en la plantilla y con muchas más chances de ascender a la 'A' y chocarnos contra los Naranjitos (Mandarina).

Sin ponerme romanticón -o putón-, Es lo Que Hay se merece no uno, sino diez cálidos aplausos por su garra, sacrificio y actitud que dejó dentro de la cancha de tierra con arena de Cuba Núñez. Lo que diga el misterioso "árbitro", lo que digan todos contra el milrayita nos lo pasamos por el pasillo que se encuentra entre los dos cachetes del trasero porque en nuestro primer año de fútbol 11, dejamos todo.

"Es lo que haaay, es lo que haaay"